En los adolescentes, el hipocampo, área cerebral que participa en el aprendizaje y la memoria sufre los peores daños cerebrales relacionados con el consumo de alcohol.

El hipocampo de los jóvenes que han estado bebiendo mayores cantidades y durante más tiempo, sufre un 10% de reducción. Además, el consumo a corto plazo afecta el aprendizaje y la memoria de los adolescentes mucho más que el de los adultos. Incluso los jóvenes que bebieron frecuentemente pueden generar dificultad para aprender, ya que el alcohol inhibe los sistemas cruciales para el almacenamiento de nueva información.