De acuerdo con estudios de imágenes cerebrales propuestos por el National Institute on Drug Abuse de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés). Algo que puede explicar la impulsividad y toma de riesgos en la adolescencia es la poca conectividad que existe entre la amígdala (área encargada de las emociones) y la corteza prefrontal (encargada de la toma de decisiones).

Es decir, las decisiones son tomadas más por razones “emotivas” que por lo racional; sin evaluar lo peligroso de sus elecciones. Esto provoca baja percepción del riesgo en el consumo de drogas, incluyendo el alcohol. Se requiere de información para prevenir su consumo y generar hábitos saludables.