Adultos que no se comportan como adultos frente a sus hijos, que parecen sus hermanos y que son cuidados como un hijo más dentro de la familia por la pareja.

Se caracterizan por una inmadurez emocional, por contribuir poco a los quehaceres de la casa, e incluso aportar poco o nada a la economía del hogar. No forman un frente común con su pareja para establecer disciplina con los hijos, y en ocasiones se alían con ellos en contra de uno de los padres. Esta dinámica confunde a los hijos al carecer de un modelo saludable de madurez y adultez. Te recomendamos el taller formando familias sanas. Entra a www.cesmf.edu.mx