“Es muy curioso, pero cierto, que algunos de nosotros cuando dejamos de beber, al principio parecemos experimentar una especie de falla temporal de la imaginación.

Es muy curioso, porque durante nuestros días de bebedores, muchos de nosotros exhibíamos poderes imaginativos casi increíblemente fértiles. En menos de una semana, podíamos inventarnos instantáneamente más razones para beber, que aquellas que usa la mayor parte de la gente para otros propósitos en el transcurso de toda su vida.

¡Algunos de nosotros parece que no pudiéramos pensar en cosas no alcohólicas por hacer! Tal vez esto se deba a que estamos totalmente desentrenados. O tal vez la mente necesita un período de convalecencia descansada después de que cesa el alcoholismo activo. En cualquier caso, esa apatía se desvanece”.

Viviendo Sobrio, Alcohólicos Anónimos