Cuando hablamos de que la adicción es una enfermedad familiar, nos referimos a que todos sus miembros se ven afectados. Específicamente en los hijos, se ha identificado una dificultad para confiar.

Esta característica se manifiesta en mayor grado cuando intentan establecer una relación de pareja. Para algunos de ellos, sus relaciones son poco profundas o íntimas e incluso prefieren relacionarse con personas que están indispuestas emocionalmente, es decir, que no expresan cariño y cercanía.

Pareciera que el ambiente de inseguridad en el que crecieron, afecta su forma de vincularse con los otros. Pero con ayuda, la seguridad en ellos y hacia los demás se va restaurando, y aprenden que pueden confiar en las personas.

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