Algunas veces estos términos se confunden o son utilizados como sinónimos cuando en realidad pueden ser entendidos de distinta manera. La autocompasión es la capacidad que tenemos de ser amables con nosotros mismos y nuestras necesidades, de forma general implica que cuando nos equivocamos no seamos excesivamente duros con nosotros mismos, que entendamos nuestras emociones y reconozcamos nuestras cualidades.

En cambio la autoconmiseración se caracteriza por una actitud de víctima frente a los demás, es creer que todos son culpables de las desdichas que la persona siente, y por lo tanto vive con resentimientos y de forma pasiva, esta actitud se presenta tanto en las personas con adicción como en la codependencia. La recuperación ayuda a que cada uno sea responsable de sus sentimientos y promueve pasar de la autoconmiseración a la autocompasión que es una forma de amor propio.