Debido a la estrecha relación que existe entre el abuso de drogas y la propagación de enfermedades infecciosas, el tratamiento puede ser un medio eficaz para prevenir estas últimas.

De acuerdo al National Institute on Drug Abuse (NIDA, por sus siglas en inglés), las personas que están en tratamiento, frecuentemente reciben consejería para la reducción de riesgos, detienen o disminuyen su consumo y sus conductas peligrosas relacionadas, incluyendo las prácticas de inyección y las relaciones sexuales sin protección.