Muchas personas en el día a día tratan inútilmente de controlar a las personas o situaciones a su alrededor. Si bien esto puede brindar una seguridad aparente, al final el control es una ilusión; ya que al intentar controlar a la gente, a los eventos, a las enfermedades y a quienes las padecen como en el caso de la adicción, son éstos quienes terminan controlando a la persona.

Cualquier cosa que tratemos de controlar tiene control sobre nosotros y nuestra vida. Ahora bien si con ayuda somos capaces de desprendernos de la necesidad por controlar, nos sentiremos suficientemente libres para disfrutar de hacernos cargos de nosotros mismos.