No porque realices conductas saludables como hacer ejercicio, quiere decir que no puedan generar algún daño. Te dejamos aquí algunos puntos que te ayudarán a saber si estás haciendo ejercicio de forma excesiva: • Insistes en ir al gimnasio a pesar de encontrarte enfermo y necesitar descanso • Insistes en realizar tus rutinas de ejercicio aun cuando estás lastimado y al ejercitarte puedes agravar tus lesiones • No sientes tranquilidad o plenitud a menos que hayas cumplido con tu rutina diaria de ejercicios • Tiendes a aumentar la rutina, pues con el tiempo necesitas más y más ejercicio para sentirte relajado • Empiezas a cancelar compromisos sociales y de trabajo con tal de tener tiempo para realizar tus rutinas de ejercicio Recuerda que como en las adicciones, los excesos son malos, es necesario que te preguntes por qué necesitas tanta actividad física y si hay algo que estás tratando de evitar con este comportamiento.