Hay que hablar de drogas en casa, de manera franca, evitando crear situaciones dramáticas innecesarias y huyendo del tono catastrofista que acostumbra a reforzar las ideas de los jóvenes de: “Mis papás exageran, no es para tanto”.

Lo más importante es encontrar un tono sencillo, razonable y directo, que sea útil y efectivo para alertar de los riesgos de las drogas. La mejor manera es tener un conocimiento real de ellas, estar convencido de sus consecuencias negativas y demostrarlo con el ejemplo personal. Por esto te invitamos a seguir informándote con nosotros