Esta etiqueta se le pone frecuentemente a los niños o adolescentes que tienen un bajo rendimiento escolar, dejándolos marcados y en ocasiones orillándolos a que pongan menor esfuerzo a sus estudios. El bajo éxito académico tiene una correlación con el abandono de estudios y con el consumo de drogas, incluyendo el alcohol.

Cuando la realidad es que “el flojo” puede estar teniendo un problema de aprendizaje o emocional que interviene en su desarrollo escolar. Es importante que se detecte a tiempo alguna problemática y se pida apoyo u intervención para quitarle al adolescente la etiqueta de “flojo” y brindarle ayuda.