Dentro de las características de los hijos de las personas con adicción se identifica un tipo de pensamiento que se conoce como “pensamiento mágico”. Éste se caracteriza por una tendencia a negar la realidad y recurrir a la imaginación o fantasía.

Se conforma cuando al crecer en un hogar con adicción aquello que se “ve” como un padre alcoholizado, violencia, problemas en la casa, son negados por los adultos con mensajes como “no pasó nada”, “tu papá no estaba borracho”, “no pasó, sólo te lo imaginaste” etc. Los niños entonces dudan de su percepción y en la adultez viven con inseguridad sobre si lo que ven, escuchan y sienten es real o no.