Uno de los efectos del consumo repetido de éxtasis es la aparición de episodios depresivos, un estado de agotamiento en el que se presentan sensaciones de vacío y falta de interés por lo que rodea al consumidor, lo que puede durar varias semanas después de la ingesta.

¡No te engañes! las drogas prometen un “bienestar” pasajero, pero a largo plazo el malestar es el que permanece, así como el sentimiento de vacío y tristeza.