Cuando gritamos ¿realmente nos hacemos escuchar? Podemos creer que alzar la voz, amenazar o gritar es la mejor herramienta para expresar algo importante para nosotros, pero ¿qué crees? La mayoría de las veces ocurre todo lo contrario.

Gritar puede volverse una forma destructiva para comunicarnos, que puede disfrazarse de “desahogo”. Pero sobre la cual no se construye una solución, ni favorece la relación con los demás. La mayoría de las veces es nuestra frustración y enojo los que hablan, y aumentan la tensión; mejor es poner cierta distancia para calmarse y desde ahí colaborar para una solución.