Cuando uno de los hijos empieza a tener problemas por el abuso de drogas, incluyendo el alcohol, o incluso ya padece una adicción toda la atención de la familia, en especial de los padres se dirige hacia él. Pero ¿qué pasa con los demás hijos?

Generalmente quedan en segundo plano, sus necesidades y problemas pueden parecer no tan prioritarios, descuidándolos emocionalmente, esto puede generar resentimientos en ellos al pensar si, su hermano o hermana da tantos problemas, por qué le ponen más atención. En la medida de lo posible es importante dedicarles tiempo y reconocerles sus esfuerzos, además de explicarles de acuerdo a su edad, qué es lo que le ocurre a su hermano (a).