Ésta es la frase que tanto las personas con adicción y/o con codependencia podrían decirse a sí mismos al ver lo que la enfermedad ha producido en ellos.

Ambos son padecimientos que sin ayuda son progresivos, sin darse cuenta van tolerando cada vez más el consumo y sus consecuencias en el caso de la adicción; y en el caso de la codependencia la falta de autoestima y los resentimientos que se generan.

El dolor aumenta cada vez más hasta reconocer, con ayuda, que antes jamás hubieran permitido que esto pasara, pero hoy que sucede, pueden hacer algo diferente.