“Desde el principio, los miembros han considerado al alcoholismo como una enfermedad. Los alcohólicos no pueden controlar su forma de beber porque están enfermos de cuerpo y mente (o emociones). La mayoría de los miembros de A.A. han descubierto que hay también deficiencias espirituales que caracterizan su enfermedad. Los miembros de A.A. se han dado cuenta de que una recuperación eficaz sólo puede comenzar con un “autodiagnóstico”; es decir, con la admisión por parte del alcohólico de su impotencia ante el alcohol.

La recuperación supone la abstinencia de alcohol, y que la abstinencia a largo plazo requiere cambios fundamentales en las relaciones con uno mismo, con otros, y con un Poder Superior a uno mismo”.

Folleto “AA, como recurso para los profesionales de la salud”.