Existen diversos estudios que demuestran que en la adicción existen rasgos de personalidad comunes entre los pacientes, entre ellos se encuentra la impulsividad, la dificultad en el control de la conducta para satisfacer un deseo y puede estar acompañado de agresión (violencia/suicidio).

Además, las adicciones afectan la corteza frontal encargada de frenar los impulsos, y en etapas de vida como la adolescencia y la vejez ocurren cambios hormonales que afectan el control haciéndolos más vulnerables, siendo éste otro factor de riesgo para los jóvenes.