La recuperación personal puede tener repercusiones fuertes en toda la familia. Cuando uno de los miembros, no necesariamente el que padece adicción, recibe ayuda y se compromete con la recuperación, promueve un cambio familiar.

Es una forma de ayudarse a sí mismo, ayudando indirectamente a los miembros de su familia a través de los cambios, aunque éstos no sean percibidos de forma inmediata. Sin duda en cuanto a las adicciones, cuando una persona de la familia se recupera o trabaja por su bienestar, la situación familiar mejora.