En la pasada Sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco, de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco se cuestionó la eficacia del cigarro electrónico como alternativa para dejar de fumar.
Entre las conclusiones se encuentran que no ha habido ni siquiera un estudio contundente que demuestre que el cigarro electrónico aleja a las personas del propio cigarro de tabaco. Además de que los cigarros electrónicos poseen una gran cantidad de nicotina en un mecanismo que no produce humo.
Finalmente es una forma de inducir el consumo de tabaco, ya que las personas tarde o temprano regresan a fumar.