En ocasiones los niños con síndrome de alcoholismo fetal no son diagnosticados con este padecimiento, y se les identifica con otros trastornos como de aprendizaje y autismo.

El pronóstico de los bebés y niños con este síndrome es más favorable si el diagnóstico es oportuno y se les remite a un equipo de médicos y psicoterapeutas que puedan trabajar sobre estrategias educativas y conductuales que se ajusten a las necesidades del niño. Más información.