No necesitamos eliminar todas nuestras reacciones hacia la gente y los problemas. Las reacciones pueden ser útiles. Pueden ayudarnos a identificar lo que nos gusta y lo que nos hace sentir bien.

Nos ayudan a identificar los problemas dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Algunas de nuestras reacciones son respuestas a las acciones que los demás tienen frente a nosotros.

Aprender a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan es el inicio de una mejor relación contigo mismo y los demás.