Muchas veces un problema o situación se vuelve más conflictiva cuando algunas de las partes no reconoce su culpa o responsabilidad en el problema, podemos creer erróneamente que al ser personas maduras no nos equivocamos, sin embargo parte de la madurez implica aceptar que cometemos errores y que reconocerlos y repararlos nos ayudan a crecer.

Decir “me equivoqué” o “lo siento” es valorado por muchas personas, en especial si después de equivocarnos o cometer un error hacemos el firme propósito para hacer un cambio en nosotros y evitar que éste se repita, no sólo por el bienestar de los demás, sino de uno mismo.