Un estudio realizado por los especialistas del Scripps Research Institute en California, afirma que los mismos mecanismos cerebrales que se ven afectados en la adicción, aparecen en la compulsión a la comida.

La alteración en el sistema de recompensa en las personas con compulsión a la comida, es similar al desajuste en la dopamina (neurotransmisor del placer) cuando se abusa de las drogas, esta similitud hace pensar que conductas que por sí mismas no generan dependencia, como la adicción al juego o al sexo, también alteran el funcionamiento cerebral al punto de crear dependencia.