Algunas instituciones que trabajan terapéuticamente con jóvenes en conflicto con la ley, y que por lo general tienen un problema de dependencia por drogas, reciben talleres productivos, es decir, talleres donde aprenden a elaborar con materiales sencillos: bolsas, collares, ropa e incluso alimentos.

Esto fomenta actitudes autosustentables como forma de recibir un apoyo económico en especial cuando tienen dificultad para insertarse a la vida laboral.