Diversas investigaciones han revelado que en nuestro país 1 de cada 2 personas no disfruta de su trabajo. Y si bien todos tenemos temporadas o días en que no lo hacemos, cuando esto se convierte en algo ordinario nos sentimos insatisfechos todos los días afectando cómo vemos la vida y cómo nos relacionamos con los demás.

No es lo mismo ver nuestro trabajo como una obligación a como una oportunidad para seguir creciendo, el valor económico también es importante, pero quizá viene del compromiso y pasión que pongamos en el mismo. Descubrir qué nos gusta hacer, para qué somos buenos y dónde podemos ponerlo en práctica es el reto al que podemos enfrentarnos si somos valientes para hacerlo.