Melody Beattie en su libro, “Ya no seas codependiente”, menciona que “tener estos problemas (codependencia) no significa que seamos malos, defectuosos o inferiores. Algunos de nosotros aprendimos estas conductas desde niños. Otros las aprendieron más tarde en la vida. Podemos haber aprendido algunas de estas cosas por la interpretación que hemos hecho de la religión. A algunas mujeres se les enseñó que estas conductas eran deseables atributos femeninos. Sea donde fuere que hayamos aprendido estas cosas, aprendimos bien la lección”.