Algunos estudios realizados en adultos con adicción revelan una característica en común descrita como la adolescencia interminable. Ésta se manifiesta frecuentemente en el temor al futuro o en el rechazo de nuevas responsabilidades.

En ocasiones quien consume drogas, incluyendo el alcohol, vive en una adolescencia interminable, caracterizado por un estado de inmadurez constante. Esta actitud puede tener origen en la familia ante la falta de una adecuada autoridad, que transmita reglas y valores firmes. Enseñar a los niños la importancia de tener y cumplir metas es una herramienta que previene la adolescencia interminable.