Es común que las personas con adicción experimenten un adormecimiento emocional producto de los cambios bioquímicos en el cerebro y de las distorsiones psicoemocionales del proceso adictivo. El adormecimiento emocional se caracteriza por una dificultad para identificar, manejar e interpretar los sentimientos, así como una actitud de intolerancia a algunas emociones. En el proceso de recuperación el paciente poco a poco va haciendo contacto con sus emociones y aprende a largo plazo a manejarlas sin la necesidad de consumir.