“Casi todos los alcohólicos deben dinero a alguien. No nos escondemos de nuestros acreedores. Somos honestos con el hecho de que somos alcohólicos, ellos lo saben, lo creamos o no. Llegamos al mejor arreglo que pudimos con estos individuos y les decimos además que nos arrepentimos de nuestro pasado. El alcohol nos impidió pagar nuestras deudas tiempo atrás. Hay necesidad de ya no tener miedo de nuestros acreedores, poco importa en qué medida debamos comprometernos, porque estamos en peligro de retornar a la bebida si tememos enfrentarlos”. Alcohólicos Anónimos, Libro Azul