Una comunicación o disciplina con gritos afecta la autoestima de tus hijos, en mayor medida cuando en ella hay insultos o groserías. Se vale que estés enojado, sin embargo, antes de gritar intenta tranquilizarte. De lo contrario, puedes generar miedo y resentimiento en ellos, pueden incluso sentirse poco respetados por ti.

Esto puede alejarlos y disminuir la confianza que te tienen; intenta guardar la calma antes de empezar a hablar. Recuerda que la autoestima y comunicación adecuada pueden prevenir en tu hijo el consumo de drogas, incluyendo el alcohol.