Si bien es cierto que al principio de la recuperación no es recomendable frecuentar lugares, personas y situaciones relacionadas con el consumo, tras un periodo de rehabilitación es posible, en algunos casos, que el paciente aprenda a convivir en situaciones de consumo, de preferencia sólo que sea necesario.

En el Libro Azul de Alcohólicos Anónimos, se explica de esta forma: “Creemos que cualquier sistema para combatir el alcoholismo que se proponga poner al enfermo a salvo de las tentaciones, está destinado al fracaso. Si el alcohólico intenta aislarse por un tiempo, puede tener éxito por un cierto tiempo, pero generalmente va al encuentro de una explosión alcohólica más violenta que nunca. Nosotros pusimos en práctica esta clase de métodos. Estas tentativas de lograr lo imposible siempre fracasaron”.