Para algunas personas con adicción los celos pueden ser un detonador importante a la hora de mantenerse en abstinencia. En especial cuando celan a su pareja, o envidian los éxitos de los demás. Gran parte de los celos y la envidia son alimentados por los pensamientos, la obsesión por la otra persona llega a parecerse a la obsesión por consumir. En la recuperación los pacientes aprenden a detener sus pensamientos para evitar que éstos se conviertan en compulsión. Después de un tiempo pueden alegrarse sinceramente del éxito y buena fortuna que gozan otras personas, y llegar a confiar en sus parejas.