¿Con lástima…o con compasión? Aunque hemos poco a poco aprendido como sociedad que la adicción es una enfermedad que va más allá de la voluntad de la persona, todavía podemos ver a quien la padece como a alguien “problemático”, “débil” y nombrarlo “borracho”. ¿Pero, qué pasaría si en vez de realizar estos juicios recordamos que el adicto es una persona que sufre con su enfermedad? Que aquello que vemos como “irresponsabilidad” en realidad es una dificultad para afrontar la vida sin consumo, por carencias afectivas, sociales etc. Ninguno de ellos desea sentirse así, pero la dependencia los lleva a no poder parar de consumir a menos que pidan ayuda. Ser sensibles con ellos y con su enfermedad no significa ser permisivos, pero sí podemos cambiar nuestros juicios y pasar de una lástima que sólo “castiga” y aísla a la persona, a una verdadera compasión y comprensión.