«No me conozcas, porque si conocieras mi realidad te asustarías” estas son las palabras de un miembro de una familia con adicción. La vergüenza les genera la idea de tener que esconder su realidad y a ellos mismos. Que no se enteren del consumo de su familiar, de los problemas familiares, de las consecuencias físicas, emocionales y económicas que la adicción les ha generado. Entonces la familia se va aislando, los hijos dejan de tener amigos, parejas y se van encerrando cada vez más en la enfermedad familiar de la adicción. Por ello es necesario, que tanto el paciente con dependencia como su familia, reciban ayuda (http://bit.ly/1k3SEXd).