«Muchos de nosotros acostumbrábamos decir, y creer, que todo el mundo bebe, y podíamos argumentar que nuestras bebida no era peor que la de muchas personas que conocíamos. Para ser francos, a medida que nuestra bebida se incrementaba a través de los años, muchos de nosotros tuvimos la tendencia a asociarnos cada vez menos con personas no bebedoras, y por consiguiente nos parecía que todos los que veíamos eran bebedores. Ahora, en nuestra sobriedad, en cuanto a los demás nos sorprende encontrar que no todos ellos beben, y que muchos beben mucho menos de lo que nosotros imaginábamos». Del libro «Viviendo Sobrio» de AA. Más inoformación. Pensamientos del día