En ocasiones ante la adicción de un familiar, los padres tratan de proteger a sus hijos escondiendo o mintiendo sobre el problema en casa. Sin embargo esto puede ser perjudicial en el desarrollo psíquico del niño, ya que éste va conformando su realidad dependiendo de lo que sus padres le dicen. Si él percibe que algo anda mal o diferente en su casa, y escucha: “No pasa nada…todo está bien”, aprenderá a desconfiar de su percepción y dudará de sus sentimientos. A la larga generará una idea distorsionada que contribuye a una sensación de inseguridad en sí mismo, en lo que piensa, siente y hace.