Para la mayoría de las personas, la “cruda moral” se acompaña de culpa y a veces de arrepentimiento por lo que hicieron mientras se encontraban intoxicados. Sin embargo, muchas veces el problema se olvida, sin asumir un compromiso real sobre las consecuencias de éste. El riesgo radica en que de “borrachera” en “borrachera” se va creando tolerancia al alcohol, uno de los componentes de la dependencia. La “cruda moral” es la llamada de alerta que te invita a disminuir tu consumo de alcohol, y elegir hábitos saludables que te protejan de desarrollar una adicción.