Los hijos tienden a hablar también de lo que sienten. Gran parte de los problemas de comunicación en la familia vienen de una dificultad para expresar lo que sentimos. En ocasiones mostramos que estamos enojados, que tenemos miedo o que sentimos tristeza, pero además de mostrarlos es importante que hablemos de aquello que sentimos y el por qué. Esto aumenta la confianza y la comunicación en la familia, fortalece los vínculos entre los miembros, y sí los padres hablan de lo que sienten modelan esa actitud en sus hijos. Recuerda que la adicción es también una enfermedad emocional, que puede ser prevenida desde la infancia cuando como papá hablas de lo que sientes y de cómo manejas tus emociones de manera saludable.