Las investigaciones médicas han demostrado que el abuso prolongado del alcohol causa enfermedades del hígado como la cirrosis y la hepatitis, además de pérdida de la memoria, deterioro de la función sexual, depresión, cáncer y hasta daño cerebral. Pero desde la perspectiva de la salud pública, el mayor impacto proviene del consumo ocasional de alto riesgo, también conocido como consumo explosivo (http://bit.ly/1vMiDpH) de quienes suelen beber poco o moderadamente. Los homicidios, los accidentes de tránsito, los suicidios, las conductas violentas, la violencia intrafamiliar, ocurren en ocasiones en que se ha bebido mucho, sin que necesariamente la persona padezca alcoholismo. Si necesitas ayuda, consulta http://www.montefenix.org.mx/tratamiento/familiar/