Existen familias en donde el consumo de alcohol se ha transmitido de generación en generación como una “costumbre”, dando identidad a la familia. Por lo general, muchos de sus miembros son alcohólicos pero difícilmente se reconocen como tal, minimizando las consecuencias del consumo como una forma de ser “leal” a la tradición familiar. Cuando uno de ellos reconoce el problema y pide ayuda, es rechazado por los demás, considerándolo como un “traidor”. ¿En tu familia sucede esto? Si necesitas apoyo o conoces a alguien que lo necesite búscanos en: http://bit.ly/1qVO67N