Un error común que ocurre en la dinámica familiar de la adicción, es la dificultad para comprender el verdadero significado del amor. Por ejemplo un padre, esposo (a) o hijo podría decirle a su familiar con adicción: «Si me amaras no consumirías» que es igual que decirle a una persona con diabetes «Si me amaras no tendrías diabetes».

El consumo es un síntoma de la enfermedad de la adicción. Es una condición, no un acto. A menudo las personas con adicción se sienten poco amadas y rechazadas. El amor necesita de compasión, y la compasión se adquiere cuando hay comprensión de la enfermedad de la adicción, esto no quiere decir adoptar una postura permisiva; sino preocuparse y ocuparse por el bienestar de esa persona y de uno mismo.

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