En dosis altas, el éxtasis puede alterar la capacidad del organismo de regular la temperatura. En ocasiones éste puede producir un aumento corporal (hipertermia), llegando hasta los 39º. Y está asociado progresivamente a una detención del sudor, calambres, alteración del estado mental, incontinencia urinaria, y puede terminar en paro cardiorrespiratorio.

Éste es uno de los mayores riesgos reportados en las muertes por éxtasis, incluso con un primer consumo, entonces ¿para qué arriesgarse?