Los familiares que tienen un integrante con adicción viven frustrados por la incapacidad para controlarlo, piensan que la persona bebe o se droga porque no los ama.

Discusiones y peleas es algo de todos los días, se dicen cosas hirientes y tratan de desquitarse entre ellos por el dolor que sienten. Por eso la adicción es una enfermedad familiar que afecta no sólo a quien consume.

La recuperación es el primer paso para empezar a generar un alivio en el hogar, y aunque lleva tiempo, la aceptación del problema y los cambios paulatinos hacen que la forma de vida entre ellos mejore. http://bit.ly/1rH3dSN