Una máscara entendida como presentarse ante los demás de manera diferente a la que somos realmente, tiene la intención de esconder algo que nos avergüenza o que no nos gusta de nosotros mismos y de nuestra realidad. Pero, ¿te imaginas tener que estar todo el tiempo ocultando? ¡Qué cansado! ¿No crees? Sin embargo muchas personas lo hacen al entrar al juego de las máscaras, se muestran de diferente forma con diferentes personas, esto sólo las lastima, cuando como seres humanos no tendríamos por qué avergonzarnos de lo que somos. Trabajar en la aceptación personal permite dejar de pretender ser algo que no se es. Dejar a un lado las máscaras para permitir que los demás te conozcan, como realmente eres.