Existe una frase que dice: “Si te conformas con migajas, no vale después quejarse de estar hambriento”. Esto puede ejemplificar la actitud de las personas que tienen codependencia respecto a sus parejas. Puede que en el inicio de su relación se hayan conformado con malos tratos, aceptando desprecios, con tal de no sentirse solas. Pero después quieren exigir aquello que nunca se les dio, probablemente porque su pareja no pudo dárselos. Surgen actitudes de víctima y control, ninguno es feliz pero les atemoriza terminar la relación y prefieren vivir de esta forma que asumir su propio cuidado. Un apoyo terapéutico es la mejor alternativa para romper este patrón y mejorar la relación de pareja.