Dicen que los mexicanos tendemos a darle vuelta al asunto en vez de ser directos, posiblemente por no querer herir a los demás. Sin embargo ¿no nos sentimos más seguros con las personas directas y honestas? Hablan claro y sabemos dónde estamos parados con ellas. Ser directos, y no por esto groseros o agresivos, ahorra tiempo y energía. Nos aparta del papel de víctimas para crear relaciones de respeto, basadas en la asertividad. http://bit.ly/1lfUg2U