Cuando una persona con adicción o que abusa de alguna droga como el alcohol, empieza a aumentar su consumo, puede que busque a otras personas que “le hagan segundas” a fin de sentirse acompañado durante su consumo.

 

Incluso son ellos quienes “invitan” o costean su consumo con tal de “seguir la fiesta”, es doloroso para ellos reconocer que sólo cuentan con personas que consumen y que si no hay droga o alcohol, no les interesa su amistad.

 

Ésta es tan sólo una de las consecuencias qué a nivel social sufre la persona con adicción, “comprar” a las personas para sentirse acompañado, refleja la necesidad de ayuda.