Un estudio multidisciplinar coordinado por el Instituto de Drogas y Conductas Adictivas (IDYCA) de la Universidad Cardenal Herrera-CEU, muestra que en el abuso de cocaína se produce una alteración en el circuito estriado-talámico-orbitofrontal, relacionadas con el craving, (http://bit.ly/1q87wHo) la toma de decisiones y la motivación. Los consumidores no son capaces de asociar ciertas emociones con las experiencias negativas pasadas, a pesar de conocer sus consecuencias adversas. El consumo de cocaína produce una alteración en las áreas relacionadas con el procesamiento emocional, dificultando el reconocimiento de sus propias emociones y la relación con quienes les rodean.