Muchas veces podemos preguntarnos qué se requiere para que nosotros u otra persona realicemos un cambio, son pocos los que ocurren de un día para otro. En especial cuando se trata de un cambio de actitud o comportamiento.

Específicamente en cuanto a las adicciones, el proceso mediante el cual una persona pasa desde una dependencia hacia la recuperación, en realidad está basado en una toma de conciencia progresiva acerca del problema, y la necesidad de cambios que influyen en la motivación.

Aunque cada persona es diferente y su proceso al cambio también, sí podemos mencionar algunas etapas por las que atravesamos cuando queremos cambiar algo en nosotros:

 

No hay conciencia del problema

La persona no se da cuenta de que existe un problema pues, realmente no ha hecho conciencia de ello. En la adicción, el usuario no está motivado a buscar ayuda pues ni siquiera acepta que es un problema.

 

Se piensa sobre el cambio

En esta etapa se empieza a pensar acerca del cambio, pero esto no se traduce en acciones concretas. Con la adicción, se va desarrollando una conciencia del problema que va de menor a mayor.

 

Se actúa

La persona después de un tiempo de analizarse está lista para la acción. La persona con dependencia está lista para hacer los cambios necesarios.

 

Manteniendo los cambios

Una vez realizados los cambios hay que mantenerlos lo suficiente para que se hagan permanentes. Es muy usual que las personas en recuperación, se descuiden en esta fase porque a veces, no hay adecuada conciencia de la tendencia a la recaída, que posee la adicción.

 

Abrazando el cambio

Una vez que los cambios son mantenidos a lo largo del tiempo, los deseos de consumir disminuyen o cesan. Sin embargo en la adicción no se está exento de recaídas, la recuperación es un proceso continuo de abrazar los cambios.

Ahora que conocemos el proceso que implica para una persona con adicción, realizar cambios en su consumo y en su forma de ver la realidad, podemos comprender mejor su camino, y acompañarlo desde nuestro propio cambio.